¿Qué significa comentar un texto?

1. Comentar un texto no significa parafrasearlo, es decir, repetir exactamente lo mismo que dice el texto pero con otras palabras. Y tampoco limitarse a explicar el significado de las ideas del texto, ya que eso forma parte del análisis y no del comentario de texto propiamente dicho que, en tal caso, quedaría reducido a un análisis.

 

2. Prestar atención, sin embargo, a la siguiente consideración: si el análisis debe formar parte o no del ejercicio conocido como comentario de texto ha sido y es objeto de discusión y debate; por supuesto que no se puede comentar un texto sin haberlo analizado previamente, pero ello no quiere decir que necesariamente el análisis deba plasmarse como tal en el ejercicio llamado comentario, o que deba ser una parte del comentario. Mayoritariamente se tiende a considerar que el análisis debe ser una parte del comentario, pero estad atentos a las exigencias de vuestros profesores en cuanto a la necesidad o no de incluirlo como tal en el ejercicio (ya hemos visto en otra página que el análisis es un ejercicio con entidad propia). Aquí consideraremos que el análisis del texto debe formar parte del ejercicio que llamamos comentario de texto.

 

3. El comentario de un texto filosófico consiste en la emisión de un juicio o consideración sobre el lugar que ocupan las ideas defendidas en el texto en el conjunto del conocimiento, y en la exposición de nuestro punto de vista al respecto (no confundáis esto con lo que vosotros llamáis "opinión personal"). Esto quiere decir que comentar es, ante todo, relacionar. Relacionar las ideas del texto con nuestros conocimientos. Y relacionar las ideas del texto con nuestras propias ideas sobre el tema.

 

4. Para ello habremos de determinar, mediante el análisis, las ideas principales y las secundarias, así como la relación existente entre ellas y el significado conceptual o terminológico, así como la presentación del contexto del fragmento que tenemos que comentar. Además, y aquí comienza propiamente el comentario, hemos de buscar la relación de esas ideas con nuestros conocimientos, pues es a partir de estas relaciones como podremos emitir ese juicio o consideración en que consiste el comentario. A este respecto es útil dejar que fluyan las asociaciones de ideas en nuestra mente y, para facilitar esta actividad, plantearse algunas preguntas como las siguientes: ¿A qué escuela filosófica pertenece el autor, a cuál se opone? ¿Es un innovador? ¿Qué pretende el autor con sus afirmaciones? ¿En qué contexto se producen? ¿Qué significado le podemos atribuir?¿Qué intención tienen sus palabras? ¿Es correcto todo lo que afirma el autor?. Si creemos que no, debemos aportar nuestra crítica, que debe comprender datos y soluciones. (Por ejemplo: a) si hay errores en el texto debemos aportar los datos correctos; b) si hay afirmaciones gratuitas debemos explicar por qué consideramos que lo son; c) si encontramos falsas interpretaciones, de datos o de pensamientos de otro autor, debemos exponer los datos correctos. Etcétera.)

 

5. El comentario debe presentarse como un ejercicio que consta de tres partes relacionadas entre sí, formando un todo ordenado y coherente: introducción, desarrollo y conclusión. En la introducción, que ha de ser breve y proporcional a la extensión total del ejercicio, se plantean los problemas tratados en el desarrollo del ejercicio y que conducen a la conclusión. En el desarrollo, la parte más extensa del ejercicio, se exponen los resultados del análisis (si debe figurar en el ejercicio) y el comentario propiamente dicho. En la conclusión, que ha de ser breve, se valoran los resultados a que conduce el comentario.

 

Partes del comentario y características correspondientes

Parte del ejercicio

Contenidos que desarrolla

Introducción

Elaborada en función del desarrollo y la conclusión

Desarrollo

Cuerpo del ejercicio con:

a) análisis

b)comentario propiamente dicho

Conclusión

Valoración de lo obtenido en el desarrollo

 
Pautas de trabajo. Para elaborar el ejercicio suele resultar útil seguir las siguientes pautas:
 

1. Preparativos: Numerar el texto. Lo habitual es cada 5 líneas. Esto nos permite localizar cualquier frase con rapidez y citar con precisión, lo que nos evita pérdidas innecesarias de tiempo, posteriormente.

Disponer de folios para utilizarlos como borrador. Asegurarse de disponer de todo lo necesario para la realización del trabajo.

 

2. Lecturas, anotaciones y análisis: Leer el texto varias veces, hasta estar seguros de haberlo comprendido. Podemos hacer un brevísimo resumen del mismo (la idea central nunca debe estar ausente del mismo; en el resumen se trata simplemente de abreviar el texto, recoger lo esencial) .

Anotar, en el borrador, todas las ideas que se nos ocurran en las sucesivas lecturas del texto, aunque inicialmente parezcan no tener nada que ver con él o con nuestro propósito.

Analizar el texto, anotando en el borrador todas las ideas que se nos sigan ocurriendo, de forma que podamos recuperarlas posteriormente si las creemos útiles.

 

3. Plan para la elaboración de comentario: Más tiempo nos llevará seleccionar y ordenar las ideas del borrador y hacer un plan para la elaboración del comentario. Es la parte central del ejercicio: de qué vamos a hablar, qué posición defenderemos, qué criticaremos, en qué orden, con qué extensión cada parte, etcétera. Una vez hecho esto tendremos clara la conclusión que se impone. Conociendo el desarrollo y la conclusión estaremos en condiciones entonces de preparar una buena introducción.

 

4. Desarrollar el comentario según el plan fijado

Por último, comenzaremos el desarrollo del ejercicio siempre según el plan de trabajo que nos hemos trazado.